No entendemos los Fondos Europeos: algún concepto básico

Esta semana se celebra en Bruselas el IX Foro de la Cohesión sobre el importante papel de la Cohesión en el bienestar de la ciudadanía europea (https://ec.europa.eu/regional_policy/whats-new/conferences/9th-cohesion-forum_en). Pero de eso no toca hablar por estos lares.

No toca hablar porque después de décadas de financiación básica para nuestro país, Europa sigue siendo eso que nos molesta cuando legisla y que nos colocamos enfrente cuando surge alguna crisis interna que hay que tapar. La culpa de la crisis de vivienda es de los turistas que vienen en masa por la libre circulación en Europa, y no de que tengamos un sector casi completamente opaco de la economía con los pisos turísticos y su proliferación. Con un ejemplo de sector en el que (casi) todos los niveles de gobierno (local, autonómico y estatal) obvian el ejercicio de sus competencias por no ser quien ponga el cascabel al gato.

Si asistiesen al Foro, nuestros políticos podrían escuchar como mucha de la desafección que siente la ciudadanía en relación a Europa, se concentra en territorios sujetos a la «trampa de desarrollo», al fenómeno de la despoblación, o como quieran etiquetar el problema que afecta a una gran parte del territorio gallego, pero también estatal. Y a la vista de la situación de las inversiones estratégicas realizadas en Galicia con fondos #NextGenerationEU, «nadie» podría saber a qué territorios nos referimos.

No toca hablar de Política de Cohesión porque no entendemos los fondos europeos, ni la finalidad que persigue la Unión Europea con los mismos. Y para muestra, unas fotos.

La inversión realizada en las estaciones intermodales de Galicia se financia con NGEU ahora y con #Feder hasta la irrupción de este nuevo instrumento. Digamos, para simplificar, que se financia con entre un 70% y un 100% de financiación europea. Por simplificar.

Europa, entre otras cosas, quiere que se sepa que actúa en la mejora de las condiciones de vida de su ciudadanía y obliga, vía reglamento, a que se publicite esa financiación. Pero Europa, que es consciente de las pulsiones políticas cainitas que llevan a pelear por quién hace qué en cada pueblo o ciudad, prevé que su publicidad ocupe al menos un 25% del total y se sitúe en un lugar visible para quienes usen sus instalaciones (por ejemplo a la entrada de la estación intermodal de Coruña, actualmente en obras, por un importe de 72 millones de euros). Lo exigía en el Marco 2024-2020 (https://www.fondoseuropeos.gal/es_ES/informacion-e-comunicacion/estratexia-e-guia-de-comunicacion-2014-2020), en el actual 2021-2027, en los fondos NGEU,…

Pero nosotros, que interpretamos nuestra necesidad con otro código, podemos creer que cumplido el requisito formal, cosmético,… podemos incluir una publicidad adicional, donde efectivamente se sitúan las inversiones, donde paran durante unos minutos cada día las personas usuarias del tren.

Y ya está. Si la publicidad de financiación europea ocupase un espacio análogo a estos pequeños logos, las personas que ejecutan la obra trabajarían a oscuras a plena luz del día.

Ese espíritu impregna todas las actuaciones que financia Europa. Todos los requisitos que exige su normativa. Cumplir la formalidad. Por eso exigir planes antifraude, cultura de integridad,… llega hasta donde aguanta el papel. Por eso la financiación no llega a las Pymes, no llega a los territorios en evidente riesgo de despoblación,… porque cumplido el requisito formal, se abre la veda. Ningún técnico/a de la administración ha decidido colocar cartelería adicional para cumplir con exigencias de Bruselas. La decisión se encuentra en otro lugar, pero seguro que hay un contrato menor con el objeto de financiar actuaciones de publicidad europea para comprar cartelería ¿electoral?. Seguro

Pero además, como las imágenes son de política de transportes y de financiación europea, sumemos a las anteriores imágenes una comparación de precios de Renfe en el trayecto Madrid-Coruña y con algunas localidades intermedias.

¿Por qué comparamos? Porque los trayectos transcurren por la misma línea financiada por #FondosEuropeos pero algunas paradas a mitad de camino como A Gudiña, son punto referente de la #despoblación del sureste ourensano. Y, ¡sorpresa!, viajar hasta A Gudiña en el mismo horario y tren es… más caro por kilómetro que a las demás ciudades. Es más, el último destino es €/km más barato que las ciudades intermedias. Pero el más caro es el que está más despoblado y el que tiene menos frecuencias, como ejemplo de equilibrio territorial y e inversión financiada por la política de Cohesión.

Y los ejemplos son múltiples y acreditables documentalmente. Si se exige el control de la doble financiación, se crean empresas paralelas hasta que alguien decida controlarlas, o se renuncia a una subvención del 40% porque hay en el horno una que financia el 80% pero no ha sido anunciada.

Y esto entronca con un tema abordado, de nuevo, en el reciente II Congreso de #ContrataciónPública que organizó la Diputación de Coruña: el #ContratoMenor. Quizás sea el instrumento imprescindible para que sobrevivan los ayuntamientos de menor población (en plena discusión, de nuevo, sobre su posible fusión), pero este debate sólo oculta o aplaza en muchos casos el verdadero problema de la falta de financiación, recursos, personal,… de muchos ayuntamientos.

Lo que no puede ser discutible a estas alturas es que grandes consejerías, organismos autónomos, grandes ayuntamientos, universidades,… con todos los recursos técnicos y personales, se amparen en pleno siglo XXI en los contratos menores para fraccionar objetos, defraudar requisitos de control o publicidad, beneficiar a personas vinculadas,… con un volumen de contratos menores por trimestre que asusta a cualquiera. Puede ampararse su uso excepcional en que las directivas de contratación no prohíben el contrato menor, pero no puede obviarse que no lo recogen como instrumento ordinario de actuación de las AAPP.

Todo ello amparado en un sistema de control que continúa indicando que un volumen de millones de euros está exento de fiscalización y control (previo… y posterior). En cualquier esquina (o administración), podemos comprobarlo con personas que durante años facturan importes muy relevantes exentos de control hasta que se «laboralizan» sus funciones o al fin se licita un contrato del que «sorprendentemente» resultan adjudicatarios/as.

¿No entendemos #Europa o nos va muy bien sin entenderla?

¿Quién se lleva los fondos Next Generation… en Galicia? Otro ejemplo práctico

En los últimos días ha vuelto a la portada de la prensa (https://www.elconfidencial.com/economia/2023-10-31/quien-se-lleva-los-fondos-next-generation-la-lista-de-las-100-empresas-mas-beneficiadas_3762246/) y Redes Sociales la pregunta de «¿Quién se lleva los Fondos NextGenerationEU?»

Con un Sistema Nacional de Publicidad de Ayudas y Subvenciones Públicas la respuesta debería ser inmediata, pero todo el mundo ya sabe a estas alturas que ese sistema de información es, digamos, mejorable (https://www.pap.hacienda.gob.es/bdnstrans/GE/es/concesiones)

Podríamos decir que Tragsa y otros medios propios son los destinatarios de los fondos, pero sería incorrecto porque son meros intermediarios como ya hemos explicado y discutido por aquí. Pero leyendo el Diario Oficial de cualquier administración autonómica o el BOE entre los meses de octubre y diciembre podemos ir «recolectando» la información que probablemente no se publicará en la BDNS hasta un año después (con suerte).

Por ejemplo, esta mañana se publica en el DOG la resolución de concesión de una orden de ayudas convocada en agosto (ese mes que ya comentamos que los diarios oficiales utilizan de forma «interesante»):

Bases: https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2023/20230807/AnuncioG0691-270723-0001_es.html

En principio, la convocatoria tiene como finalidad conceder «ayudas a empresas, autónomos, asociaciones y fundaciones de Galicia para la financiación de actuaciones en materia de residuos de competencia municipal» cofinanciadas por el PRTR-NGEU.

Los destinatarios de las ayudas, tal y como recogía el art. 2 de la convocatorias deberían ser pequeñas y medianas, con la salvedad (siempre la hay) de las grandes empresas cuando cumplan los requisitos del Reglamento (UE) n °651/2014 de la Comisión, de 17 de junio de 2014 (en síntesis, «nuevas actuaciones», sujetas a límites de intensidad/% de ayuda,…). Pero como reiteraba la convocatoria, dentro de empresa se incluye autónomos, comunidades de bienes,…

5,6 Millones de Euros de los que sólo el 10% se destinaba a gastos de 2023 porque, entre otras cuestiones, las fechas de convocatoria no ayudan a arrancar la ejecución dentro del mismo año.

Y con estos mimbres y una actuaciones subvencionables bastante «poderosas» como para asumirlas algún autónomo o comunidad de bienes despistada (construcción de nuevas instalaciones de tratamiento…) hoy se ha publicado la concesión de ayudas con 4 (cuatro) únicos beneficiarios, y una ejecución de sólo 2 de los 5,6 millones convocados (sólo un 35%, con la necesidad de ejecución de los fondos que acucia a nuestras AAPP).

https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2023/20231106/AnuncioG0691-261023-0001_es.html

Además, 2 de 4 líneas de ayuda previstas han quedado «desiertas». Una de ellas, «implementación de mejoras en las instalaciones de tratamiento para incrementar su eficacia en la recuperación de materiales contenidos en los residuos municipales que se recojan de forma mezclada», parecería a priori la que podría tener un mayor valor de transición ecológica y digital que persiguen los fondos NGEU.

Siguiendo con la pregunta inicial, los 4 beneficiarios afortunados son:

  • SOGAMA S.A. (aunque sorprendentemente la resolución publicada la «nombra» como S.L. en uno de los cuadros). Sogama, sí, la empresa pública que recibe algo más de 762.000 euros para un proyecto de casi 2 millones, alcanzando el 40% del total concedido en la convocatoria. No es una PYME, no. Es una gran empresa amparada en la «excepción» ya comentada, pero no deja de ser una ejecución por «encomienda a un medio propio», como si de TRAGSA o SEAGA se tratase…
  • Arroupa Santiago, Eil, S.L., empresa de inserción laboral vinculada a Cáritas Diocesana (como su propia web indica), que recibe casi 400.000 para un proyecto de 1,3 millones y el 20% del total concedido en la convocatoria. Por sí sola factura, según webs especializadas, entre 500.000 euros y 1 millón. Con Cáritas como «grupo», la cifra digamos que puede ser bastante superior…
  • Alumisel, S.A., que recibe casi 700.000 euros para un proyecto de 1,7 millones, obteniendo un 35% del total concedido. Entre otras coincidencias, es una empresa reciente adjudicataria de contratos de SOGAMA (https://www.contratosdegalicia.gal/licitacion?N=810414). Ya sería coincidencia que los dos proyectos subvencionados para procedimientos novedosos estuviesen vinculados con el contrato adjudicado…
  • Y por último, Iniciativa Social Emprendedora de Reciclaje Textil de Galicia, S.L., única que supera la intensidad del 40% de la subvención al recibir poco más de 100 mil euros para un proyecto de 184.000. Aparentemente se trataría de la única «pyme» beneficiaria, pero como a finales de 2022 recibió 2 ayudas para un total de más de 550.000 euros al amparo de la convocatorias de ayudas a pymes, autónomos, asociaciones y fundaciones de Galicia para la financiación de actuaciones destinadas a la preparación para la reutilización y reciclado de residuos textiles recogidos separadamente, cofinanciadas por PRTR-NGEU se podrían plantear cuestiones de análisis más complejas: https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2022/20221209/AnuncioG0532-301122-0001_es.html

En conclusión, poco para Pymes y poca ejecución de una convocatoria de casi 6 millones de euros.

En conclusión, una respuesta fácil a la pregunta «¿Quién se lleva los fondos NextGenerationEU?» podría ser «Los de siempre»