De procesos selectivos en los órganos de control, de coincidencias que no lo son y de integridad (Ep. 2)

Maniatar la actividad de los órganos de control ¿podría ser el objetivo legal de un grupo de interés? Quizás sería demasiado. Pero conseguir que sean todo lo (in)eficientes que en cada momento sea conveniente a los intereses de un grupo de interés sí que podría ser un objetivo en línea con la actividad de “influencia” que recogen las normas que existen en la materia en los distintos ordenamientos.

¿El debate de la reforma de los delitos de malversación podría ser un ejemplo? Quizás en este debate confluyan variados grupos de interés en la actualidad, pero todos ellos persiguen un beneficio.

Dirá la norma algo así como que la actividad de influencia será aquella “comunicación directa o indirecta con el personal público implicado en la actividad normativa”. Esta, además, será la “realizada en nombre de una entidad o grupos organizados privados o no gubernamentales que tengan el fin de intervenir en la elaboración de leyes o reglamentos emanados de la AGE para lograr un beneficio para sus propios intereses o los de terceros”.

Pero ¿cómo se realiza esta actividad de influencia en los órganos de control? De forma muy variada por supuesto. Basta analizar cómo (con quién, mejor dicho) se proveen los puesto de trabajo de control interno y externo en múltiples organismos. Podríamos analizar cuántas personas seleccionadas para los órganos de control tienen un pasado más o menos reciente al servicio de los partidos en el gobierno en cada momento (como consejeros, viceconsejeros, personal de Gabinete, asesores/as). Quizás más adelante

Otras formas serían controlar quién “emite” los criterios a aplicar en el control, quién imparte la formación y quién explica los límites, quién participa de tribunal en los procesos selectivos, quién prepara a los futuros empleados públicos. Habrá que cruzar estos datos con quién declara (o no) sus segundas, terceras y cuartas actividades (¿a la de 3 publicamos las declaraciones de la renta de los últimos 10 años del personal de los órganos de control?¿no interesa?). Pero esto último lo dejaré, quizás, para un próximo episodio 3.

¿Y las asociaciones? Las asociaciones profesionales han sido poco relevantes en el ámbito del control. Quizás tiene que ver con el escaso número de personas que forman los colectivos, con las peticiones que suenan a élite en muchos casos, con lo pegados al régimen de cada momento que tienen sus líderes,… Pero ¿y si las asociaciones combinan empleados públicos y profesionales privados de cierta o pretendida relevancia? Eso ya es otra cosa. Ahí está una bonita bisagra del sistema.

¿Cómo actúan estas asociaciones “mixtas”? Como un grupo de interés. De manual. Con los premios, las inauguraciones y presentaciones en las que los gobiernos y los partidos asocian sus caras al control, a la legalidad,… como si de la RSE de empresas contaminantes o de empresas tabacaleras se tratase, por ejemplo. Pero también puede tener que ver con el dinero de la formación. Las asociaciones llegan a donde no llegan las personas, comparten cenas, otorgan premios, organizan congresos, cursos,… con dinero público. ¿Es ilegal? Dependerá de cómo se lleven a cabo lo que no deja de ser procedimientos administrativos tasados. Pero la apariencia en ocasiones nos podría llevar a casar algunos congresos “de algo” con posteriores operaciones judiciales.

Además, si en los cursos que organiza la Administración la materia se adapta al perfil profesional de las personas que actúan como docentes, pero no a las necesidades del personal de las AAPP, raro, raro. Hemos visto últimamente cursos sobre materias, normas, que no resultan de aplicación para el personal a quien se imparten. Cursos donde no se publican las personas que actuarán como docentes. Ha habido conferencias seminarios,… de personas que en las mismas fechas se “despachan” con declaraciones o entrevistas de portada en las que descalifican la labor de otros gobiernos. Coincidencias, por supuesto.

¿Es algo burdo? Seguramente. Tanto como encontrar en una valoración de méritos en un proceso selectivo a una Asociación creada 3 meses antes y extinguida 3 meses después dando lugar a una nueva asociación. Pero evidentemente todo deja rastro, más cuando no es un trabajo muy pulcro.

Es más, buceando, algo impropio de un “arraiano” de interior como yo, es fácil encontrar ejemplos extraños en las actividades formativas de las AAPP. Y reitero, las coincidencias no existen ni en la Administración Autonómica, ni en las locales y provinciales. Por ejemplo, ¿qué hace una empresa del sector de los servicios sociales impartiendo una formación sobre procedimientos de control organizada por la Diputación de Ourense? Veamos algún detalle.

En el Boletín Provincial de 5 de noviembre de 2022 se publica la convocatoria del curso siguiente: “Curso sobre el Control de las Subvenciones de las Entidades Locales: Gestión de las Justificaciones y Problemáticas Asociadas”. La formación se imparte por la entidad Servicios Asistenciales “Os Chaos” (https://contrataciondelestado.es/wps/poc?uri=deeplink:detalle_licitacion&idEvl=p6Skwkl%2BvI%2B). Esta entidad, conocida en el sector asistencial de la provincia, comparte administradora solidaria según la información de https://librebor.me/ con otras 7 entidades entre las que se encuentra Troncoso Servicios Sociosanitarios SL. ¿Nos suena? Seguro que sí a las personas de Ourense que se encuentren por aquí y estén interesados en contratación pública y política ourensana, materias vinculadas, aún más en período (pre)electoral.

Pero además, si buscamos algunas de las siete entidades entre la formación adjudicada por la Diputación de Ourense en los 2 años anteriores, encontraremos que han asumido, por ejemplo:

La primera formación de nivel básico de noviembre de 2011 la imparte Servicios Asistenciales Os Chaos, pero la segunda formación de nivel intermedio en la misma materia, la imparte LICENTIA, FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN, S.L. ¿Por qué esta disparidad de adjudicatarias en formación? Si sumamos las cuantías de cada empresa en cada año, quizás lo entenderemos mejor. Y recordemos que todas las empresas comparten Administradora.

¿Y por qué analizar la actuación de la Administración Local si trabajo en una administración autonómica? Porque la actividad de influencia se manifiesta y se financia de diversas formas, y porque ya expliqué en el episodio 1 que tengo objetivos dispares y motivaciones variopintas. Como ourensano, lo que pasa en mi tierra es una motivación. Pero además, también he “picado” en procesos selectivos de otras AAPP locales más próximas a mi residencia habitual.

Por ejemplo, me he presentado a un puesto convocado en comisión de servicios en el ilustre ayuntamiento de Coruña. No he resultado seleccionado (poca sorpresa) y como la motivación no me ha parecido suficientemente completa y/o objetiva (otra vez “el de casa” sabe más del las cosas de casa como en algún otro proceso), he solicitado acceso al expediente.

¡Un mes! ha tardado el ayuntamiento en decidir que para acceder al expediente debía pagar 8 euros en tasas, invitándome (aún más sorprendente) a pasarme por las oficinas del ayuntamiento a recoger las copias del expediente. Deben querer ponerme cara o que pierda una mañana. Y le he recordado a la persona responsable que con el pago de las tasas reitero mi solicitud de acuerdo con la Ley 39/2015 a tener acceso “por medios electrónicos” al expediente. Y ahí sigo, 15 días después del pago esperando a que decidan si accedo por la puerta o por las redes.

No es que dude de los procesos selectivos en los órganos de control, es que he sido educado en el arte de la pesca. Y los peces, que se creen y son muy listos, dan vueltas alrededor del cebo, pero en la vuelta 550 ya no recuerdan el cebo y sólo ven la comida. Y así actúan ciertas personas, acostumbradas a hacer lo que quieren y no lo que la norma obliga, hasta que confunden otra oportunidad con un cebo. Y el reloj sigue… en este lluvioso día de la Inmaculada Administración.

De selección de personal en los órganos de control, de coincidencias y de integridad (Ep. 1)

Hoy es un tema denso, así que debería empezar indicando que no creo en las coincidencias.

La razón es evidente: mi educación y mi experiencia. Me he criado en una zona donde las coincidencias son indicios. Sin más. Son indicios de delito, de irregularidad, de fraude, de lo que sea. Si tu patrimonio crece de forma sostenida y evidente sin oficio conocido o con uno que no lo permita, hay tráfico de algo. Si las vacaciones, los estudios, los coches, no van de la mano con los ingresos, hay “cazo”. Es razonablemente sencillo. Aritmética.

Aplicado a mi trabajo, si las facturas de distintas empresas son similares y de precios muy parecidos y no de mercado, son las 2 “invitadas fantasma” en las 3 ofertas. Si apareces en fotos con quién concede subvenciones o le entregas premios de reciente creación, artificiosa y/o no muy justificada, hay cazo. Si recibes una ayuda superior a lo que tu capacidad puede gestionar y justo en esa convocatoria se duplican los importes, hay “muchas cosas y ninguna buena”.

Si casi todas las irregularidades habituales son tan burdas, entonces, ¿cómo se escapan a los órganos de control cuestiones a veces evidentes? Puede haber connivencia, puede que los sistema de control (limitados previos) no sean adecuados, puede faltar personal, o puede/quizás la selección en los órganos de control no sea del todo correcta.

Pero esto podría quedar en una mera opinión personal, por lo que siguiendo con mi gusto por la demostración empírica he decidido analizarlo con hechos, siguiendo las recomendaciones que «me hacían» en formato «negrilla» en pleno proceso judicial desde un departamento de mi Administración .

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Y qué he hecho en los dos últimos años desde mi cese? Trabajar en mi puesto de trabajo que para algo me pagan (atrás quedaron las preguntas “capciosas” de ¿en serio que está trabajando?). Pero también he decidido seguir el “consejo” y optar a puestos que me interesen. Y ojo aquí, porque mi interés es variado: puede ser el tipo de trabajo, puede ser probar experiencias nuevas,.. o puede ser verificar sospechas o pálpitos.

Me he presentado a diversos procesos desde octubre 2020, además del concurso de finanzas que con aparentemente menos de 30 solicitudes está “en trámite” desde hace año y medio. Han sido pocos procesos, pero creo que he tocado/probado todos los palos: administración autonómica, órganos estatutarios… Y parece que lo que “toco”, se ralentiza o se complica.

Participo por ejemplo en un proceso selectivo de concurso especial en el Consello de Contas. Y ha sido durante este proceso cuando se me ha ocurrido presentarme a una comisión de servicio convocada el 24/10 en mi antiguo departamento, la Intervención General: un puesto de subdirector general de relaciones con el Consello de Contas. Apetecible, ¿verdad? Por coherencia parece lógico que si opto a plazas en dicho OCEX debería también intentarlo.

Los requisitos para ocupar esa plaza están publicados en la Relación de Puestos de Trabajo publicada y que “cierra” esa plaza a personal de la escala superior de finanzas, especialidad de intervención. Clarito para quien quiera leerlo en el siguiente enlace:

RPT Consejería (página 25 del archivo pdf): https://www.xunta.gal/ficheiros/funcion-publica/normativa/relacion-postos-traballo/rpt-facenda.pdf

Se comentaba por las esquinas de San Caetano que puedo ser el único candidato que cumple los requisitos, pero como sólo era un rumor y no creo en las coincidencias, lo pregunté por escrito el 31/10. La información ha sido solicitada a la Secretaría General competente para impulsar el proceso. Sin respuesta

Después de casi un mes desde que finalizó el plazo de presentación de solicitudes, la ralentización en resolverlo me preocupa. El plazo suele ser otro…

Pero volvamos más atrás, porque alguna coincidencia en este caso es aún más sorprendente.

El 22 de septiembre la Escuela Gallega de Administración Pública (EGAP) convocó el siguiente curso:

Curso superior sobre auditoría en el sector público

CONVOCATORIA:https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2022/20220922/AnuncioO150-150922-0002_es.html

PROGRAMA Y DOCENTES:https://egap.xunta.gal/recursos/pdf/[1_1663845098]programa_galego.pdf

La formación está “cerrada” a:

  • personal del Consello de Contas
  • personal de la Intervención General
  • personal de la intervención de entidades locales

Con todo dolor de corazón, al no prestar en la actualidad servicios en la Intervención General, no puede inscribirme. Una pena.

Pero digo yo, ya sería coincidencia que figurase como admitida en dicha formación una o varias personas que no cumplan los requisitos para participar en la misma. ¿Verdad que sería una extraña, sorprendente y nada previsible coincidencia que también optase alguno de ellos a la plaza convocada? ¿De quién sería la responsabilidad de tan extraña coincidencia si efectivamente se produce?

Pero ya lo dije al principio, yo no creo en las coincidencias. El listado de personas admitidas puede consultarse en el siguiente enlace publicado con fecha de 29/09 (un mes antes de convocar la plaza “de la discordia”):

https://egap.xunta.gal/egapolis/public/fichaSeleccionPDF.php?edicion=47671

Como es fácilmente detectable, para quien quiera comprobarlo, cuáles podrían ser las personas que no cumplen con los requisitos exigidos en las bases, he solicitado información a la EGAP 15/11, conminando a la unidad competente a que aplique las medidas que para el falseamiento de requisitos se fijan en la convocatoria (expulsión del curso y sanción de 1 año). Y lo he comunicado por si no tenían conocimiento o por si alguien lo hubiese ocultado/ignorado conscientemente. Sin respuesta

Si no hay ninguna coincidencia, lo que podría haber es un grupo de personas más o menos amplio que quizás, por integridad, deberían abandonar sus puestos de responsabilidad. Los lobbies están en trámite para su regulación en la actualidad, pero no parece el caso, ¿no? Porque va a parecer, pero sólo es una apariencia, que hay cierta inquina injustificada contra mi persona. Pero sólo lo parecería, claro

Y como todo episodio 1, seguramente habrá más. Veremos si por estos lares, o por otros menos agradables